Los premios Gremmies
"Y entonces Gabriel, se apoderó de su miedo más preponderante, el hecho de que su modelo de lenguaje, que tanto lo había ayudado, ahora lo habría sobrepasado. Hoy, el gran Gabriel Márquez, había quedado reducido a cenizas frente a su versión empoderada de modelo de lenguaje al que tantas horas había dedicado a programar.
Cada punto y coma copiaba a sangre y tinta su esencia; ahora todo su conocimiento estaba en manos de cualquiera. Cualquier ser que lograra tener acceso a esa red tendría la clave del éxito en la escritura. Ni mil millones de años de soledad podrían desarrollar el poder de su máquina. Esto se había salido de control, pero ¿qué hacer? Lloraba sobre el teclado, golpeando y culpándose por el atrevimiento de poner tanto conocimiento en una máquina.
Tal vez si hablara con Elon Musk y le contara lo ocurrido, tal vez él, con su poder empresarial, podría detener la debacle literaria a punto de suceder. Ni el propio Picasso podría describir con sus pinturas lo que este modelo de lenguaje había aprendido, lo peor apenas se hallaba en el camino: la pérdida de la esencia literaria humana podría desaparecer. Preocupado, pensó hasta el punto de perder la vida bajo los rieles de un tren o lanzarse a los cocodrilos en Florida, pero eso no salvaría al mundo de la debacle. ¡Debía hallar la solución!...
Pasaron tres meses y ya el Gabo estaba en situación de calle, tartamudo, macilento, sin ganas de vivir. ¿Hasta donde había llegado?, no podía escapar mientras veía al mundo caer entre soñadores. Cuando volteó a su derecha había un ser que apenas balbuceaba: 'Mis cuatro Deibis es la clave', maestro, casi lo logro pero me ganó, me ganó...
Antes de morir, pronunció sus últimas palabras: 'Mis cuatro Deibis es la clave, bro, tú puedes salvar la humanidad'. El Gabo, sin medir procrastinación alguna, salió corriendo hasta el primer cibercafé que encontró, gritando: '¡Eureka! ¡Eureka! Lo tengo, tengo la solución'. Pero una jauría de jóvenes tatuados que jugaban Counter Strike le gritaban: '¡Viejo loco, fuera, fuera! Deja de molestar si no vas a jugar, mejor lárgate de aquí'. El Gabo, como pudo, los incitó por medio de malas palabras a un mano a mano a la muerte: 'El primero que pierda la partida, ¡cuerda de perdedores!; los jóvenes cayeron en la tentación del reto...; mientras con una pantalla trataba de disuadirlos de que estaba jugando una partida de Counter Strike, con el teclado manipulaba su clave de acceso hasta lograr entrar a la página de GominiGabo su propia creación y acceder a las conversaciones recientes. Mientras en el lugar sonaba a todo volumen la música de Bad Boogie con su éxito reguetonero 'Mis Cuatro Deibis', el Gabo trataba de simular seguir jugando y con la otra mano, con una destreza infinita, tecleaba toda la letra de la canción en el modelo de lenguaje. Poco a poco notó que la genialidad que sorprendentemente había adquirido su modelo de lenguaje se fue opacando poco hasta perder aquella genialidad que ya ni en cien mil años de soledad podría recuperar. !Había ganado la batalla¡. Corrió sonriendo por la calle buscando a aquel vagabundo que yacía moribundo en la acera entre tanta basura. Lo rescató y llamó a las autoridades: '¡Ambulancia, Paramédicos! Salven a este joven, porque él ha sido la clave para detener la desaparición del intelecto de la humanidad'. Y así, el famoso reguetonero Bad Boogie fue galardonado con la condecoración más preciada de la literatura universal: 'Los Gremmies de Oro'. Luego de esta experiencia, un nuevo éxito musical fue lanzado a la palestra: 'Mis Cuatro años de soledad', de los famosos cantantes: Bad Boogie ft. El Gabo.
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