Carlos E. García Guerrero
Libro: Un Verso, Un Poema
En su largo trajinar como de educador, abogado y ex Contralor por excelencia, políticamente activo en pro de la democracia y desde su ideología se presenta esta vez como protector de nuestro patrimonio cultural, resguardando la memoria visual del imponente Ávila, región montañosa que da vida, describiendo la Guaira del deslave en 1999, evocando su tierra Cordero con su gente, recordando a San Cristóbal y su gentilicio, enalteciendo la mujer ese ser de divina fragancia hecha inspiración y refugiándose en su escondida pasión: la poesía; Evocar su época de niño campesino, dibujar la noche, describir un beso, exaltar la belleza, el cielo, las estrellas, escribiendo a lo largo de varios años, sentidos versos que hoy pone a la luz de todos. ¡Descubre aquí esta emoción particular!
Un verso, un poema, es para cualquiera de nosotros, especialmente en la mujer, el elíxir, la fragancia de un perfume o un ramo de flores hecho inspiración.
Declamar un
poema al lado de una dama es llegar al cielo, es estar en el mismísimo paraíso
y haber alcanzado las estrellas, pues ellas, las mujeres, son el misterio
convertido en palabras, y las palabras dibujando su encanto y su belleza.
Los poetas o
poetisas siempre encuentran una razón, un momento o un gesto del género humano,
de la noche, del día, del río, del mar, del cielo, las estrellas o cualquier
cosa para escribir los versos y darles alma y espíritu que llegan al corazón y
la mente, para hacernos felices y suspirar profundamente mirando el horizonte.
Un verso, un
poema, es un mensaje, es la expresión de quien lo escribe para cantarle al
viento, a la montaña, al árbol, a la luz, a la luna, a los elementos de la
naturaleza, o lo que en el momento de su inspiración llegó a su pensamiento,
para convertirlo en palabras que ensanchan el corazón palpitante de quien lo
lee o escucha de alguien que declama.
Un verso, un
poema, es una copa de vino, de champagne, o de tequila que descompone al cuerpo
y lo conduce al lado de alguien que anhela o necesita.
Porque estamos vivos y hay en nuestro ser un poco de músicos y poetas, y existe un niño en nuestro interior, siempre habrá quien escriba un verso y un poema que, una musa o el canto de un jilguero lo inspiró.
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